El Paseo Marítimo Malecón, comprendido entre las avenidas José Núñez de Cáceres hasta la Abraham Lincoln, ya comienza a ser visitado por turistas y nacionales, algunos para curiosear y otros para disfrutar las instalaciones inauguradas el pasado jueves.

Se trata de una construcción tripartita: la Alcaldía, el Gobierno Central y el Banco de Reservas, que en conjunto invirtieron 320 millones de pesos en un espacio comprendido de 3.5 kilómetros. Es la cuarta etapa de recuperación de esa parte del litoral sur.

Durante un recorrido por el espacio se observó a nacionales y extranjeros disfrutando del lugar inaugurado el jueves por el presidente Luis Abinader, la alcaldesa Carolina Mejía y el administrador del Banco de Reservas, Samuel Pereyra.

El espacio, utilizado parcialmente por capitaleños, fue recuperado y adecuado a las exigencias de la gente, resaltando la belleza y los beneficios a la salud que aporta el mar Caribe.

Luis Alejandro Pérez, director de Gestión Ambiental de la Alcaldía del Distrito Nacional, destaca el interés de la alcaldesa Carolina Mejía de crear un espacio de esparcimiento para la ciudadanía y la familia.

«Nosotros aportamos un nuevo paseo peatonal en el que las personas pueden hacer ejercicios, caminar una familia completa de cuatro o cinco personas, caminar todos uno al lado del otro que normalmente siempre tenemos que estar todos tropezando adelante y atrás», explicó.

En los 3.5 kilómetros de esta cuarta etapa fueron construidos alrededor de 250 parqueos en cuatro estacionamientos para que las personas no tengan la incertidumbre de que les puedan robar sus vehículos. Policía municipales y nacionales se encargan de la seguridad.

Se instalaron 500 lámparas solares en todo el paseo, fueron sembradas más de 20,000 plantas entre palmas, mangles y más de 15,000 metros cuadrados de grama se colocaron también en todo el paseo, con mantenimiento de toda la parte medioambiental.

El diseño del paseo fue pensado en las personas con discapacidad, en los niños, jóvenes y adultos mayores. Consta de una acera de seis metros, una ciclovía, un cartódromo, fueron integrados seis miradores, juegos infantiles, cinco puestos para expendio de comidas y bebidas y un espacio de terraza para el disfrute de todos los comensales, además de espacios para fotografías y más de 300 bancos.